El habito de ganar.

  El habito de ganar.  
   
 

El habito de ganar.
Ganar no solo es un pensamiento, sino es todo en lo que hay que pensar. Usted no gana de vez en cuando; usted no hace las cosas correctas de vez en cuando; usted las tiene que hacer bien constantemente. Y esto le crea un hábito que lo llevara a la victoria. (Vince Lombardi)
Por: Cesar Sosa.
Septiembre 22, 2104. Cuando Omar Chairez botó la pelota del parque de Cd. Madera al primer lanzamiento del juego inaugural, supimos que este año seria igual o aun mas mágico que los tres anteriores.
El beisbol es un ejercicio de probabilidad que con cada lanzamiento renueva las oportunidades de que ocurra un evento.
Mineros hizo uso de tal premisa durante todo este campeonato, especialmente en las ultimas entradas. Se caracterizó por dejarse, lo dije antes, llegar al rival a rozarle el uniforme con la espada. Los enemigos alentaban esperanza, contaban ya con el triunfo, pero al llegar las ultimas entradas el acecho se convertía en ataque. Rapido. Letal.
Cuando el pitcheo rival acusaba cansancio la ofensiva minera iniciaba el abordaje. Lo imposible ocurría.
Eso caracterizó la ruta hacia el campeonato.
Diseñado para ser un equipo solvente y hasta avasallador, Parral enfrentó sin embargo un panorama adverso al faltarle sus abridores; ni Castillo reportaba ni Humberto abria juegos, sin embargo seguían ganando.
Alejandro Loya, se convirtió en el buque rompehielos que apagaba los ímpetus de los rivales de iniciar la serie doblando a la furia gris.
Mineros no perdió ni una serie en el rol regular.!
Fue hasta la segunda fase cuando en un santiamén, nos hicieron dudar, dudar si mantener una nomina adelgazada nos llevaría lejos, dudar del orden al bat cuando varios cayeron en baches de bateo, dudar de la excesiva sangre fría del manager. Hoy ante los hechos consumados podemos decir que algo de todo eso funcionó, y muy bien.
El Mineros de este 2014 fue un equipo asediado, pero además de en el terreno fue acosado por la modernidad que permite a cualquiera ejercer su libre derecho a opinar, aun antes de razonar. Fue injustamente etiquetado como preferido del gobierno e irracionalmente concluyendo que por ello el titulo estaba dado. Despreciaron los fariseos el béisbol mismo descalificando el béisbol que jugó Mineros a lo largo del campeonato, no les importó arrastrar con ello a sus mismos equipos. Se convirtieron en el perro que le ladra al desfile. Golpearon sin cesar la organización del deporte que dicen amar y que gracias al cual varios de ellos tienen trabajo.
El equipo parralense siguió sin embargo focalizado en su juego, terco en pelear hasta el ultimo aliento, en rajarse hasta el último centímetro cuadrado de piel, como si no tuviera ya 4 títulos en los últimos 5 años.
Hoy se oyen voces explicando porque Cuauhtémoc, Delicias y ahora Juárez se quedaron en el camino. Tan fácil decirlo y tan fácil equivocarse. La receta es simple, pregúntense:
¿Su equipo peleaba hasta el ultimo lanzamiento aunque fuera abajo en el marcador por 5 o mas carreras?
¿Jugaba con tal hambre de triunfo aunque ya hubiera sido campeón el año anterior, y el anterior...y el anterior?
¿Su base de jugadores es local, o tiene solo individualidades?, ¿desde cuando juegan juntos?
¿Sus jugadores sienten orgullo de jugar para el equipo?
¿Tiene una base de jugadores juveniles ansiosos de jugar para su zona?
¿Desde cuando el manager conoce a sus peloteros?¿ Enseñó a jugar béisbol a algunos de ellos?
Reflexionen.
Luego de analizar sus respuestas ¿sigue pensando que La Furia Gris necesita ayuda del gobernador?
Sigue pensando usted que la afición ha abandonado al equipo, luego de ver tremendos llenazos?.
Sin duda Parral es de nuevo campeón porque la fe permaneció intacta, porque Güereca que debió recibir el reconocimiento de manager del año, supo con odiosa frialdad manejar los recursos que se le otorgaron, porque nunca le tembló la mano para dejar a tal bateador en el orden al bat o re usar a tal o cual pitcher luego que habían fallado. Por que El y todos permanecieron sordos y mudos a la envidia verde en la que nadaban.
Y sobre todo porque privilegiaron los fundamentos del béisbol sobre todas las cosas.
Les agradezco en lo individual, las jugadas finas, los dobles robos, los squezze plays, las reviradas y la enorme sangre fría del cachorro, el swing de Josesito, los dobles plays via Hugo, las atrapadas de Chairez, el slider de Mora, la solvencia y lo incansable de Víctor Hugo que se fletaba los 3 juegos en cuclillas, los tiros de espaldas a la base de Humberto y la cegante velocidad en bases de Ramón.
Nuestra fe en el béisbol y en los Mineros sigue intacta.
No puedo dejar de repetir la frase de la canción de Silvio Rodriguez:
“ Soy un hombre feliz y quiero que me perdonen en este día, los muertos de mi felicidad.”

 
   
 
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