Uno, pero que sea el primero,

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Uno, pero que sea el primero.

Por: Cesar Sosa H.
Septiembre 3, 2012. En una ciudad como Parral, que ronda los límites del realismo mágico se puede creer que Tláloc, se asoma a ver el beisbol.
Unos minutos antes del primero de la serie, se desató una tormenta sobre la zona suroeste de Parral, incluido por supuesto el estadio de beisbol. Pero luego de hora y media de retraso se pudo jugar. Tláloc lo permitió. Algo sabría.
Particularmente el juego del viernes fue como deberían ser todos los juegos de la serie final. Una reivindicación del beisbol estatal.
Hace varios años que la casa de la Furia Gris no registraba un lleno semejante, ampliado o no. Se habla de 7 mil espectadores. Solo la extraordinaria temporada que está teniendo el equipo Minero logró romper la inercia que se venía arrastrando de ser más taquillero en gira que en su propio predio.
El foro era perfecto. El reconocimiento al Bucky, que volvió a andar como un rey el sendero hacia el montículo en ese, que también es “su” escenario. Otra vez el monstruo entregado ante la magia de su elegante movimiento en la loma. Otra vez el coro de “ Bucky-Bucky” dominando el ambiente en torno al más reciente ídolo de su beisbol, de su equipo.
Luego, el encuentro. Humberto formidable; perfectamente acoplado a la circunstancia, primer golpe final. Primer tercio de la dosis necesaria. Para los Indios, cuatro entradas sin hit ni carrera, otras nueve sin tocar el plato.
Otra vez el talento en mancuerna con la resistencia. Ellos lloraron primero.
Paquin fiel a su formación jugó beisbol de gran carpa: Un pitcher , si es pitcher, debe servir para todo. Por poco le resulta. De hecho le resultó, pero el beisbol es así ; sostengo que aun sin el error de Galván Mineros hubiera anotado. Nunca lo sabremos.
López tiró un juegazo. Le mantuvo el ritmo a Humberto por 6 entradas, y de ahí se desinfló cual pitcher del beisbol moderno.
Dicen en Juárez que Indios es mejor que Mineros, es solo que psicológicamente le temen a Beto. Aha.
Mineros asestó dos golpes a la moral fronteriza, dos golpes que eran estrictamente necesarios. Cosas de este tipo de series, pareciera que las victorias no son acumulativas, aunque Mineros se haya puesto adelante por dos a cero, la presión existe y da la impresión de que al final de cada juego las probabilidades se restablecen. Indios sabe que venciendo el viernes les regresaría el alma al cuerpo , ellos están convencidos que el único obstáculo entre ellos y su resurrección y el título es zurdo y lanza los viernes.
Ambos equipos esperan ansiosos el despertar de su batería. Mineros necesita esa ancla que amarre, hasta donde sea posible, el 24 e Indios aún espera demostrar que tiene la ofensiva más poderosa del campeonato, el problema es que ellos ya tienen dos arponazos.
Mi percepción es que si Mineros gana el viernes, los indios, como en las viejas películas entrararan en desbandada. La idea pues es ir, no por uno, sino por el primero de la serie.
Poco importa que la afición local siga sin verlos coronarse en su casa.

 
   
 
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