¿O...no?

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O..no?

Por: César Sosa H.
Sept 3, 2009. Aunque el comité de la IV zona no ha sido prodigo en la información que reparte, tengo la firme intención de que si no hay cambios de planes, acercarme, recabar y difundir mayor información sobre el béisbol infantil y juvenil de la región.
Esto tiene un segundo propósito. Dejar un antecedente del trabajo que hacen los instructores entre los niños y jóvenes para formar personas de bien y que también juegan béisbol. Asomarnos aunque sea brevemente a la ruta que siguen los chavos de los que algunos serán Mineros.
Para nosotros, es natural ver que los niños que juegan desde pequeños participen en las ligas locales, regionales y eventualmente en estatales hasta en categoría de mayores.
Las jornadas que soportan especialmente las madres llevándolos, acompañándolos y aprendiendo junto con ellos son de admiración, recordemos que el hoy famoso “si se puede” nació de ellas.
Resulta natural, decía, que los jóvenes que hoy defienden la casaca Minera, aspiren un campeonato, la mayoría de ellos han jugado desde las categorías escuelita o pañalitos, han cruzado por su niñez y adolescencia en el ambiente de este, nuestro béisbol, luego ha sido un destino casi lógico jugar ante un estadio lleno con el graderío poblado de caras conocidas, su familia, sus amigos, sus vecinos.
No fue sorpresa para Mario, padre de Humberto verlo subir al cerro aquel 2004(?), ni lo fue para el manini Arambula que su hijo debutara en la regional y luego en el estatal, ni para los padres de Héctor Cano, ni del Catito Muñoz quien a los 15 años se enfundó en la franela Minera, como no lo será para Rafa cuando Karim abra un juego.
La invernal, la regional y la llamada doble AA es semillero inagotable espero, de talento joven, al igual que los CBTIS, el TEC y por supuesto las escuelas Coca Cola y Bonsái, esta última con su torneo de invitación el próximo octubre.
El año pasado en la categoría de 14 años vimos al Catito Muñoz por Parral, al Hijo de Leodegario Longoria y Felipe Hernández así como al nieto de Enrique Licon en la continuación obligada de la historia.
Para esos jóvenes es la aspiración obvia obtener un campeonato estatal, emocionarse junto a su presente familia al disputarlo y mas al conseguirlo.
Es algo por lo que se ha trabajado no de ayer, sino desde hace largo tiempo, el uniforme de estos muchachos esta manchado con la tierra de los campos de los alrededores y de los parquecitos de la ciudad. En el dog out comparten un sitio con algunos a quienes apenas hace unos años admiraban e imitaban.
No es pues un sentimiento caprichoso el desear llevar a las vitrinas de la Furia Gris el campeonato numero 22. En Parral se cincela através de muchos días la cultura del béisbol y el amor a este. Hoy por ejemplo ya están practicándolo quienes en unos pocos, poquísimos años veremos alinear con la Furia Gris. Así es como debe ser, así es como es en todos lados……
¿O…no?

 
   
 
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