Tejido Fino

  Tejido Fino  
   
 

Tejido fino.
Por: Cesar Sosa H.

Agosto 23, 2010. De infarto las dos victorias conseguidas por Mineros al arranque de la serie semifinal frente a Venados, solo la fortuna en uno y la paciencia en otro fueron la formula para que hoy creamos que las cosas marchan bien.
Venados fue un equipo muy diferente al que se enfrentó a Los Indios la semana pasada allá en la frontera. Ahí su pitcheo fue vapuleado por el enemigo y diezmado por el descontrol, en cambio aquí sus dos abridores tuvieron salidas de calidad y sostuvieron bizarro combate con los lanzadores Mineros.
Humberto tuvo que trabajar a marchas forzadas al verse en desventaja desde la segunda vuelta, una mala instrucción del manager al ordenar darle base intencional al octavo en el orden con un out y corredor en segunda abrió la puerta a un rally de 3 carreras que fueron aumentando de peso durante el encuentro.
El del viernes fue un juego lleno de nubarrones que presagiaban tormenta sobre el estadio Furia Gris, la entradas se iban consumiendo y el batazo oportuno no llegaba, Emilio Guerrero parecía empecinado en mantenerse en la loma porque sentía que la victoria seria irremediablemente suya; rebasó el centenar de lanzamientos muy temprano lo que sugería que venados se atendría a lo efectivo de su bullpen, pero Guerrero resistió mas allá de la sexta luchando a brazo partido.
Esa noche la diosa fortuna sonrió al aun campeón y sorpresivamente dejo la victoria en casa.
El segundo juego no desentonó. Ahí Mineros de nuevo tuvo que remar río arriba ya que Tino se desinfló apenas en la segunda; es de llamar la atención como le afectó la semana de descanso, golpear a tres bateadores en una misma entrada le hubiera causado al menos una llamada de atención del ampayer. En ese momento el panorama era oscuro, jalar por un relevo desde la misma s segunda entrada y perdiendo por tres carreras es para hacer negros pronósticos.
De nuevo el béisbol de tejido fino que han venido jugando los Mineros se manifestó esplendorosamente. Daniel Valdez controló la ofensa en una sola carrera mas y con esto permitió que la persistencia de su line up fuera machacando sobre el abridor José Virgen hasta expulsarlo del cerro, dejando a merced del bullpen serrano la conservación de la victoria. La carrera de la diferencia fue, decía, bordada en fino, con el corredor en segunda sin out, se podría esperar un imparable productor pero Muñoz tomó el riesgo del toque con un bateadro generalmente de poder como lo es Omar Heredia, pidiéndole por tanto alta precisión al ejecutarlo. Lo demás es historia conocida, Luis Díaz que juega como si tuviera 10 años en esto elevo al jardín para producir la anhelada carrera, o sea, a pedir de boca.
Hasta hoy el sistema de machacar y hervir poco a poco al rival tiene a Mineros soñando con su cuarta final consecutiva, ya lo había dicho, ha sido un béisbol tan agradable por su riqueza de jugadas, por su amplitud, pero a la vez tan frágil por la falta de contundencia. El béisbol desplegado por La Furia Gris me parece en cierta manera, atípico: Sammy Domínguez no es titular en el jardín porque se busca el potencial ofensivo del Catito quien se va en blanco y con un error, al día siguiente Domínguez produce 3 carreras. Dirán, que hay días buenos y malos, cierto, pero la conducta estadística es, insisto, atípica. Todos batean y todos corren, aunque no siempre.
Lo anterior debe confundir al rival ya que los convierte en una incógnita, diluye en el conjunto a los sobresalientes y los convierte en difíciles de leer. Ojala y esta misma ruta nos lleve a ver una segunda serie final, con cualquiera de los oponentes posibles la batalla será heroica.

 
   
 
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