|
Nunca serán suficientes. 09/16/13 |
|
|
|
|
Nunca serán suficientes. 09/16/13 |
|
|
|
|
Nunca serán suficientes.
Por: Cesar Sosa H.
Septiembre 16, 2013. Los mariachis, no callaron.
31 años después, La Furia Gris ve ondear la bandera de campeones en su casa.
Un peregrinar de mas de tres décadas , de rajarse el cuero en tierras ajenas cierran un ciclo en el que ha pasado de todo y de todos. Cuantas historias de héroes, relegadas al casi olvido por no haber culminado con un campeonato, cuantos ya méritos, cuantos tragos amargos, pero cuantas generaciones de mineros esforzados, abnegados que , dije, cimentaron la época actual.
Juárez vino a Parral sin contemplar esta posibilidad. La de ser limpiado. Al contrario, nebulosamente abrigaban la idea de barrer los Mineros aquí y llevarse el campeonato. En el peor de los escenarios, conseguir dos victorias y rematarlos allá.
Esa idea era generalizada entre los jugadores, prensa y afición fronteriza. Este era el año, después de todo Indios se había visto muy superior, muy sobrado frente a Delicias. Su bateo había alcanzado un nivel muy por encima al resto de los contendientes.
Pero el beisbol no es una receta de cocina, y se venga de quienes no consideran la zona de imprevistos, de imponderables.
Y quizás tenían motivos de pensar así, Parral tuvo, ni como negarlo, una temporada difícil, plagada de lesiones y de promesas no cumplidas. El estadio Parral no conocía aun un lleno completo.
Pero Juárez no leyó el mensaje de los primeros dos juegos en la frontera. Los extra innings y los marcadores ajustadísimos debieron advertirles que Mineros no era lo que “creían que seria”.
Y así, se encerraron en la jaula.
Entonces apareció la casta. Esa del 82. Que esta generación no vio, pero sabe que existe.
Humberto regresó a ser el del 2009, regreso a enseñorearse del cerro, a darles de comer en la mano y les tiró un juegazo. Y entonces si, prendió la mecha de buscar la limpia.
Y es que ponchar a Jiménez en la octava con dos en base, “priceless”.
Empezaba decía, a rodar la bola de nieve, que se convirtió en avalancha.
El domingo, las cosas ya eran diferentes. El momento anímico había cambiado.
Guereca, de nuevo frio, lógico. Abrió Con Quintero, porque en el peor de los escenarios tendría dos boletos mas para quemarlos, era sin duda el tiempo de apostar, de arriesgar. Y el Tucán se fajó, valiente. Un error de esos que arden le echo a perder la blanqueada y le impidió aspirar al triunfo, un tercio, tan cerca y tan lejos, pero ahí intervino la justicia.
Guerrero se hizo cargo. Sediento, atrevido. Score de ponchados en la sexta luego del doble de Josué Lopez. El resto del camino sin sobresaltos.
Fin del camino para Juárez. Un fracaso de nuevo ante el verdugo de sus ultimas tres finales.
Nunca creí que Mineros fuera favorito ante Indios. Pasó una temporada de angustias, afectado por las lesiones, las incertidumbres y últimamente por los acosos de las envidias. A diferencia del año pasado, se perdieron demasiadas series y se jugó con line ups parchados y minimalistas. Pero increíblemente en los Play off se jugó mejor ante rivales mas complicados. Conforme subía la exigencia jugaban con mas compromiso, como corresponde a un defensor.
La manta que exhibieron al final del juego, fue como una sutil respuesta a los trasnochados que al quedarse en el camino, se aprietan la ampolla y culpan los demás de su tropiezo. El “modelo parralense”sigue rindiendo frutos, metiendo al equipo consistentemente a los play offs, a la series finales y ahora dando campeonatos, reacción y tiempos justos.
Juarez fue, y no blofeo, un rival dignísimo. Fue en si una serie de altísimo nivel de deportivismo. Indios nunca lloró, ni se quejó del ampayeo, no se quejó de maltratos hacia su porra ni nada. Jugaron beisbol.
Contaba con un manager que se adecuó de inmediato al muy especial campeonato estatal nuestro, manejó fino, inteligente. Por momentos sentía , y temía, que bañaba a Guereca, pero el Santabarbarino estaba en su elemento, frente a sus cerros, a su gente.
En entrevista al final, German Leyva fue directo, sincero. Esperaba mas de Galvan y mas del bateo. Y con una frase sentenció las razones y las excusas de la derrota: “ Para ganar hay que tener hambre, y a mis jugadores les faltó…actitud...”
Claro, El le dice actitud, Yo le llamo corazón, pasión, y si, también hambre de ganar. Me aventuro a decir que Leyva coincidía en que el potencial de los aborígenes podía ser mayor que el de Mineros, pero Jiménez , Cano y Plascencia volvieron a sufrir la hipnosis de Parral, acabaron sometiéndose , volviéndose pequeños.
Continua Leyva: Galván sufrió exceso de confianza, no se, simplemente Le dieron “.Y asi fue, ese extra que mostró La Furia Gris sigue siendo el ingrediente intangible que conquista campeonatos.
La serie final entre Indios y Mineros, le dio credibilidad al campeonato, nos permitió rencontrarnos con ese beisbol que queremos. Un escenario perfecto-hablo de adentro del estadio, no del estacionamiento- un manejo fino y casi perfecto del sonido; no apruebo las arengas al equipo local, se me hace injusto para la visita. Y un par de contendientes enfocados al juego y no a la chirinola.
Afortunados Arturo Rey, devuelto del olvido, Victor Hugo Chavez quien vino a disfrutar el jugar para un equipo “asi ” y Emilio Guerrero quien el año pasado dejó el equipo a medio campeonato y ahora regresa y a base de coraje se convierte en el MVP. Felices todos, no?
Mineros es campeón, somos casi felices. Atrás angustias. Disfrutemos como si fuera la primera vez, hagamos votos porque el modelo parralense siga sin fin, pro que nunca con conformemos con los obtenido, por buscar siempre mas, siempre mejor.
Asi sea.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|