Campeones, Bi Campeones.

  Campeones, Bi Campeones.  
   
 

Campeones, Bi Campeones.

Por: Cesar Sosa H.
Septiembre, 10, 2012. De ensueño.
Mineros lo volvió a hacer. Fue hasta la frontera para desaparecer de la escena a los incrédulos Indios.
Por séptima ocasión este año, Parral dobló a la poderosísima escuadra fronteriza y los dejó suspirando y preguntándose qué fue lo que los atropelló.
En una temporada de ensueño, La Furia Gris borró del mapa a sus rivales, ligando en post temporada 12 triunfos y cubriendo el estado de escobas.
Hoy puedo decir que jamás se vio comprometido ni su liderato general ni su pase a la disputa de la serie final.
No recuerdo una escuadra con tal hábito de ganar.
El poder de convocatoria de la serie Juárez – Parral volvió a encender la magia en la frontera y provocó un llenazo en el tercero de la serie. Evocó, revivió la vieja rivalidad de dos fundadores del beisbol en el estado y autenticó la esencia del estatal pasando por sus 76 años de creación.
Chocaban los dos equipos merecedores de esa batalla final y le daban a la serie un aire clásico por la antigüedad de los colores, por los innumerables recuerdos. ¿ Cuanta gente en la frontera se habrá conmovido al oír de nuevo la transmisión por radio, al escuchar la vibrante porra Minera?.
Indios dio una digna pelea en su patio, pero nunca demostró en el terreno lo poderoso de su roster en el papel. Frustrante.
Pudo más su típica costumbre de equipo gitano que el orden que trató infructuosamente de imponer Francisco Estrada.
Como he dicho antes, estas series son de día a día, Ellos venían a Parral por una victoria, una sola; al fallar el intento se comprometió toda la serie y el desencantó cundió , ni que decir al perder el tercero, gran parte de su afición simplemente no regresó al parque.
Y es que el beisbol cuadrado de Estrada jamás embonó ni entre sus jugadores ni entre los demás equipos del campeonato. Jamás pudo descifrar los caprichos de un beisbol que arranca tal pasión pero que no sigue lo convencional.
Así, chocaba el beisbol pensado en grande, el de temperatura fría donde se echa a andar la maquinaria y se recogen los triunfos terminados, el de cartón , el actual pues , contra el endémico de Mineros, el de permitirle al abridor un bateador más, el de tocar la pelota, de los squezze plays, el de la abnegación y los “tamaños”.
Parral, aun y cuando solo perdió cinco encuentros, rara vez apabulló a sus rivales, no fue una ofensiva explosiva que sometía al rival a base de amontonarle la leña ya que cuando mucho, dos bateadores figuraron entre los primeros diez al termino del rol regular y su pitcheo, salvo el de más ganados por un lanzador, no ocupó el liderato de algún departamento. Esto habla indiscutiblemente de un trabajo de equipo, netamente de conjunto.
Fue un beisbol basado en buenas prácticas. En cuidar como nadie las carreras hechas para preservar la ventaja o ser pacientes, en exceso a veces, para lanzar la ofensiva. Contra Dorados, por ejemplo, estuvieron con una desventaja de 4 anotaciones apenas en la primera entrada y finalmente terminaron destrozándolos.
Fue sin duda su pitcheo que varias veces sostenido contra viento y manera, y desdeñando la molesta manía de contar los lanzamientos , lo que produjo salidas de calidad de sus abridores en general.
Fueron sus relevos basados principalmente en Daniel Valdez, el héroe desconocido, quien nunca conoció la palabra miedo al subir al cerro a contener la lumbre.
Fue el resurgimiento de Luis René, quien se repuso a su descontrol en sendas salidas horrendas. Fue el despertar de Guillen y su bateo, el despuntar de Cano y su finísima técnica en el plato. Fue una estupenda segunda mitad de Arambula en el campo corto. Fue el duende de Diego y Hugo para jugar al beisbol tan fácil , fue también el liderazgo en el dogout de Arturo Rey quien finalmente tuvo su justo momento de gloria ayer mismo produciendo las tres del triunfo.
Fue el poder descomunal de Jasso que inclinó varias veces la balanza con solo pararse en la caja de bateo, Y fue la ejemplar disciplina de Adrián Osuna ; Fue por supuesto la indiscutible figura de Humberto quien fue adecuándose a las exigencias del campeonato hasta llegar hasta este feliz desenlace. Y fueron todos en general quienes colaboraron justo cuando se les exigió; la defensa de Dennis, el bateo oportunísimo de Omar Heredia e Irving Leal, la seguridad de Chairez y hasta el brazo poderoso de Ulisies Muñoz. Sin descontar la maravilla de curva de Carlos Castañeda.
Por supuesto liderándolos Armando Guereca quien se engulló a Paquin con todo y penacho , quien modeló para Él y para Taméz y para Portillo y para Morales y para Juárez como se puede ganar un campeonato sin tomar por asalto las estadísticas, solo basados en buen beisbol, en fino beisbol.
De ese que últimamente se juega en mi tierra.
Los aficionados Mineros, esparcidos por toda la faz de la tierra somos felices, queremos que nos perdonen los muertos de nuestra felicidad.
Mineros es campeón, Bi campeón. El 24. El número que uso el Bucky y Luis Carrillo, por cierto.
Me quedo con los ponches de Beto con casa llena, con los relevos de Daniel, con los squeze play, con los 7 (¿) sacados en revirada de Emilio Guerrero, con el atrapadon de Dennis de ayer, con los 2 panorámicos HR de Jasso en el monumental de Chihuahua ( ya cayó? ) y de las que me vaya acordando…

 
   
 
Otros artículos de 'En 3 y 2'