Gatos en mundo de tigres.
Una es la duda y otra la certeza. En medio de ambas media la esperanza.
Después del primer juego de Mineros este viernes pasado, la esperanza de tener una temporada diferente a la anterior renació en los hombres de mucha fe.
El sábado y el Domingo, sin embargo el béisbol que es de si tan sabio nos devolvió a la realidad.
Un equipo que quiere, pero no puede.
A estas alturas del año, todos los equipos nos parecen inalcanzables. Esta vez fue Cuauhtemoc quienes, a saber de donde, sacaron del dog out lanzadores desconocidos que maniataban con facilidad la antes temida batería Minera.
La afición local hemos entrado ya en la zona de la desesperación, esto agravado por lo apenas visto . Los lanzadores restantes después de la depuración, no están al nivel del estatal. Salvo un heroico, otro, actuar del Bucky ,los demás abridores se vieron incapaces de llegar a ninguna parte. La fortaleza del Vale, su pitcheo curvo, jamás apareció, se empeño en lanzar con velocidad a bateadores que son de rectas, precisamente. El otrora fino Raúl Palma se vio pequeño.
Se habló de que el equipo nunca ha dejado de entrenar, sin embargo, los lanzadores no mostraron ninguna mejoría. Ni Monetlongo, ni Cota tienen control, y sin el, huelga decirlo son gatitos en un mundo de Tigres. Conforme fueron transcurriendo los innings , Manzaneros fue recuperando el control anímico y tomo el timón de la serie al ver que debajo de la cáscara de Parral no hay nada.
Hablar de lo que pasó este fin de semana es redundar en lo mismo del campeonato pasado. La diferencia es que la afición ya no cree en milagros.
Los daños han alcanzado puntos vitales.
Recomponer la situación no es cosa fácil, no se avizora un repunte del equipo por que pareciera que el cuerpo técnico y administrativo no acaba de aceptar que se tiene una crisis.
El equipo se ve endeble, inofensivo, incompleto.
En lo personal desapruebo y así lo manifesté, la terquedad de mantener a Iván en el jardín derecho, si tengo que sacrificar defensiva por bateo, significa que no confío en mi pitcheo y que pretendo ganar a palos.
Mala está la cosa cuando en la octava entrada solo se han conectado tres hits.
Cierto que Lugo ha dejado de batear Jomrons y también lo es que su porcentaje ha bajado muchísimo y que Iván también ha dejado de irse a la calle.
Así mismo se grita que Eulogio no es un primer bat, sus 16 ponches lo sentencian; de acuerdo pero ¿que hacer? A la defensiva actualmente cubre jardín y medio con Iván a su lado, ¿quien puede mejorar su defensiva y además portarse como un real primer bat? Si lo tuviéramos, seguramente lo usaríamos.
También manifesté mi desacuerdo de cortar a Omar Orozco por Martín Polanco, el Domingo la razón me asistió, Polanco se ponchò al momento de tomar el bat, los lanzamientos fueron tramite.
El desaliento cunde y el domingo el estadio lució semivacío, de hecho ni uno de los tres juegos registró una buena entrada. La esperanza era ganar la serie y atraer de alguna manera a la afición de vuelta, pero esto no sucedió.
Le derrota se fue fraguando lenta, ante la desesperación de los aficionados y la resignación del manager.
No bastan la disciplina y el entrenar a diario si las victorias no llegan.
Mientras abandonaba el parque y caminaba entre la gente, me preguntaba: ¿Cuantos de ellos regresarán este año? Apuesto que no muchos.