Mucho Corazon.
Fue una noche casi redonda.
Mineros, hostigado durante toda la serie, reaccionó y en la capital bañó a unos incrédulos Dorados y a su afición.
Fue, de nuevo la antigua historia de David y Goliat.
El parque, lleno como solo La Furia Gris lo ha hecho, estuvo atiborrado de aficionados constantes y de morbosos de ocasión que acudían a ver como la doncella seria sacrificada en la piedra. No hubo tal.
Fueron ellos los que a la altura de la séptima abandonaban el estadio, en silencio, escurriéndose casi.
Durán, quien sentía la presión a tope, olvidó manejar los tiempos, se desconectó del juego mismo y reflejaba urgencia de mostrar todo su arsenal de pitcheo; Peña solo había tolerado dos imparables cuando fue removido; como alguien escribió: Fueron los 4 tercios mas caros de la temporada.
Luego vino un desanimado Chuca, un inesperado Osuna quien jamás pudo acomodarse en el cerro y al fin un frío Juárez quien contuvo por un rato el abordaje.
Fue como si los mismos rivales se fueran contagiando del aura Minera, de las ganas, del empuje, del hambre por el triunfo y poco a poco se fueron haciendo a un lado para dejar paso al torrente de coraje del rival, del pequeño y joven rival.
Y ¿que podían decir, cuando Iván, el terrible Iván, llamado tarde, descargó un trancazo que dio de aire en la barda, tontamente blanca? ?Que decir cuando, de nuevo, el Mano repite la formula del squezze play con Cano? Fue un mensaje claro: Los intimidados son otros, “hasta que se la aprendan”, se le oyó decir hasta la penúltima fila donde sufríamos.
Nunca se abrió la rendija por donde Los Mineros fueran atacados, ni Florentino ni la defensiva dieron libertades. Edgar era un león en el short y Tino incontenible en el cerro fildeando metralla.ep
La victoria Minera, representa mucho mas que el pase a la final, la segunda en tres años por cierto.
Representa de alguna manera la esencia del béisbol regional en Chihuahua, el que un equipo como los es el Parralense, mezcla de juventud y experiencia, formado en su mayoría por peloteros locales , modesto en su roster, tradicional en su administración haya vapuleado a una escuadra bendita por las autoridades del béisbol estatal nos enseña que el campeonato , y el béisbol como lo amamos sigue vigente.
Es un grito a las demás zonas, otro pues, un llamado a seguir este modelo, corregido y aumentado, claro esta.
ARREBATAR. .
Mal y de peores la administración del estadio Chihuahua por el comité de la segunda zona.
Es inconcebible que estando el estadio como estaba y con las máximas autoridades de la AEB presentes, el sonido fuera tan burdo, tan puerco en su manejo y en su apoyo descarado al equipo local, ni en las mas pequeñas rancherías que apenas cuenten con un altavoz tienen esas mañas.
Cortar la letra del corrido de Chihuahua para eliminar la frase donde se menciona a Parral es algo que rebasa lo deportivo y por ello ni sudan ni se avergüenzan.
Al termino de cada porra minera usaban sin recato la canción “Chihuahua” importándoles muy poco si la pelota estaba en juego o no. Y lo mas provocador, repito, puerco; cada vez que un Minero era puesto out, la insoportable voz del comercial: “Que bueno...” en evidente burla..
Arrebatar si pierden no fue una lección que aprendieron en Parral.
Preguntome:?Esas son practicas de un parque de Liga Mexicana? O les quedo grande el equipo de sonido y hasta ahí les dio el cerebrito?
Y si hablamos de seguridad hubo sillas y botes voladores así como trogloditas cruza de rotweiller quienes no respetaban los lugares numerados. Y ¿la policía? Quizás no alcanzo boleto...
GRAFITI.
Cuatro Dorados enfriados en reviradas y dos squezze plays hablan del fino béisbol que jugo Mineros.,
"…Y Cuando gana Parral creo que hay un Dios y este es Minero…"(parafraseando a Joaquín Sabina en su canción Mi primo el nano)