Profecia I

  Profecia I  
   
 

Profecía I.

Esto se ha convertido en un maleficio. Un embrujo en los últimos años que parece interminable, las mas oscuras fuerzas se unen para endilgarnos, al menos dos veces por año tal clase de escarnio.
El engañoso record Minero sirvió como excusa, gandaya, para que el Manager Dorado calentara el ambiente, sabiendo, como declaró, que Chihuahua era un rival probadamente superior. Excesiva mala leche.
La caída de Mineros nuevamente ante Dorados aquí en nuestro patio, arde, pero mas arde la obstinación de declarar que no pasa nada.
En los tres juegos se tuvo al rival contra las cuerdas, pero mas allá de la baja evidente de bateo, hablemos del obvio tema del pitcheo: Como fue profetizado no hubo material para preservar dichas ventajas.
Cuando se jaló por Manríquez en el tercero de la serie, no pude evitar pensar que se estaba entregando el juego, era la octava entrada, por que no usar a René Medina? Si de todos modos iba a entrar Humberto, ¿por que no ir primero con el?
Por otro lado, empiezan a tomar fuerza las voces que dicen-¿ ah verdad?-, que ya no es suficiente el trabajo sino que hay que “reforzarse”, brillante conclusión. Desde el invierno hubo quien señaló que no se estaban buscando jugadores clasificados para cubrir los huecos evidentes y que en los cambios de peloteros generalmente no fuimos los ganadores.
Pero ahora la pregunta, escondida en el closet para algunos, surge a gritos: ¿Y ahora? ¿De donde nos reforzamos?
Aunque nadie me preguntará, me permito opinar que urge llamar a Luís Arturo Villalobos, obviamente la lesión de Carlos González es mas seria y se puede agravar, y Güereca no puede catchar tres juegos y además ser coach. El negro bateó muchísimo en la regional y fue injusta su omisión, es un tipo con experiencia que no se arruga y bat zurdo además.
En lo demás esta cabeza mía está llena de dudas, no encuentro mucha lógica disculpe usted.
Me pregunto sin éxito: ¿Como el campeón bateador de la regional está en la banca? Me pregunto también: ¿A quien afecta el castigo de Rubén Darío Saborí, a el , al equipo o a la aficion?¿Podemos darnos el lujo de castigar un abridor cuando es material escasísimo?
¿El Bucky realmente está lesionado?
Si se dio de baja a Omar Heredia,¿ por que no se ha sustituido? ¿Hay entonces lugares disponibles que no se han cubierto?, El Vale sigue lesionado? ¿Quien lo sustituye?
Los principios de broncas entre jugadores y jugadores y publico, reflejan la frustración que conlleva no poseer recursos deportivos en el terreno para dominar al rival, es un signo notable de lo que nos provoca la impotencia de no revertir esa cadena de 7 derrotas consecutivas y mas, mucho mas ante los ensoberbecidos rivales capitalinos.
Pero la culpa actualmente no es de los jugadores, y menos por supuesto de la afición. El manager Minero hace cuanto puede con el material de que dispone; claro es que la decisión es nuestra, absolutamente nuestra si decidimos mandar a jovencitos sin experiencia a enfrentar a toros como Luís E. García o Zubia. Reitero, es decisión de cada zona como arma a su equipo, si con abridores reconocidos o novatos, eso depende y lo subrayo, de las expectativas de cada zona.
Al inicio de la regional o del mismo estatal quien arme el equipo debe preguntarse: ¿Hasta donde quiero llegar?¿ Que espero obtener con este roster?
Y de ahí darle pa´lante..
Los resultados siempre o casi siempre serán los esperados.
¿Que opina?

Chispa.

La actitud antideportiva, irrespetuosa y hasta despectiva que muestran los Dorados y parte de su prensa hacia Mineros y su afición va mas allá de lo tolerable.
Nos han elegido desde hace años como escalón, como instrumento para saciar su sed, curar sus heridas y lo que es peor, pagar sus deudas.
La actitud de mimo de camellon de su manager, por poco le cuesta la serie. Sobrado en su pitcheo, derrochó a un estelar como Adrián Osuna al usarlo como relevo y su llamada cerca estuvo de darle a Mineros la primera victoria de la serie, la otra le corresponde a Tlaloc.
Si la intención, ¿por que no pensar que en contubernio?, de Duran era llevar gente al estadio, fue mal entendida y en cambio muy riesgosa.
Por un segundo regresó a mi mente aquella mañana de septiembre de 1984. Y esto es apenas la primera parte de la película. En cuatro días habremos de meternos a la boca de Shreck, tolerar mas desplantes, mas payasadas y seguramente mas bravuconadas, incluso de algunos nativos de la tierra.
¿Por que señor del béisbol no nos regalas una noche como la de la inauguración del Estadio Chihuahua? Digo, se vale soñar,

 
   
 
Otros artículos de 'En 3 y 2'