Grande

  Grande  
   
 

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<Strong>Grande.</Strong></p>
Por: Cesar  Sosa H. </br>

Septiembre 21, 2009. El Bucky  nació para las  grandes ocasiones.</br>
Las luces, el estadio lleno, la presión le va bien... recuerdo como blanqueó  a Delicias el  dia de la inauguración de su estadio aguandoles la celebración,  por decir lo menos..</br>
Ángel es de esa casta heredada  de los que  solo hay uno en cada generación:  Alfredo, Ángel, Humberto. </br>
Son protagonistas y son conscientes de ello.  Tienen a  veces actitudes de protagonismo, pero les va, si no a ellos ¿a quienes? ¿Para quien entonces se guardan tales poses? </br>
Alfredo en el cerrito, ordenaba, gesticulaba, dominaba. Se sabia observado, sentía las miradas de propios y extraños sobre el. Giraba instrucciones al ampayer de cuadro, le consultaba, le reclamaba,  le señalaba con el dedo esto o aquello. Así  mismo le pedía  paciencia a su catcher si lanzaba  descontrolado,  le decía con la mano que la siguiente  seria mejor… Aun  apaleado, caminaba como un rey hacia la caseta;  lo mismo el Bucky. Con el tercer dardo envenenado  viajando  al plato, Ángel inicia su andar hacia el dog out , la mano enguantada pegada al  cuerpo, ahí donde  esconde el  eterno 24, con  la otra se acomoda el uniforme a la altura del hombro o se sopla la mano diestra. El desastre queda atrás mientras el ampayer sentencia  a la piedra de  los sacrificios a la victima-bateador. </br>
Pareciera que a tales personajes,  los escenarios así, pletóricos,  con los reflectores apuntándoles, los  agrandan, los  envalentonan, en situaciones  donde  cualquier  otro se intimidaría  ellos se  sienten   cómodos. Es una actitud  ambivalente y hasta  contradictoria: Están pendientes del público y a la vez concentrados en  lo que ocurre en  el campo de juego.</br>
En el quinto juego de la serie final, ocurrió una jugada que seguramente  mientras existamos recordaremos:  A la altura del 6to.  capitulo, Los Indios le llenan la casa sin out al abridor Luis Rene Sáenz botándolo del  cerro, viene entonces  El Bucky  quien al primer lanzamiento es tocado con  un elevado cerca de la raya del izquierdo. Se arma el pisa y corre, Jesus Loya jovencito de  17 años  mete un tiro de academia al plato donde el receptor toma la pelota y erguido quema de  frente al corredor provocándose la colisión, el  catcher  queda literalmente con "la cara al sol" fuera de este universo y con el corredor encima de el;  el ampayer de home  aguanta el veredicto hasta que el corredor se incorpore y pueda ver la pelota  en al guante del inerme  receptor minero, solo entonces  marca el segundo out. </br>
Mientras esto ocurre, en las bases hay actividad, el corredor de segunda se lanza en pos de la antesala; los ojos del mundo  están puestos en home y el catcher y es entonces cuando surge la grandeza, el colmillo de platino del Bucky. Este que había  asistido a cubrir  el home  se agacha y saca la pelota del guante del receptor caído y sin medirlo tira  preciso sobre la antesala donde  Hugo ha de retroceder un paso para recibir al desconcertado aborigen que  llega barrido a morir. </br>
Triple play. </br>
Rarísimo. En un solo lanzamiento  Ángel ha conjurado momentáneamente  la rebelión  aborigen. </br>
El estadio furia Gris se sacude en un aullido  eufórico. Sin embargo bien a bien, pocos  han sido quienes   siguieron la totalidad de  la jugada. </br>
¿Quien tiró a tercera?  De donde tomó la pelota el Bucky?¿ Del suelo? La jugada ya había concluido? </br>

Después del choque  receptor-corredor pudieron pasar  miles de cosas y la mas  viable era que cualquier jugador Minero - el mismo Bucky- pidiera tiempo para atender al privado catcher y con ello  frenar el avance del de segunda con lo que se hubiera roto la maravilla que  estábamos presenciando, no fue así. Metido, metidísimo en su juego , aun con los reflejos mentales  intactos Ángel reaccionó  como solo los grandes lo hacen. </br>

Nos regalaron El, Jesús Loya , Omar Heredia y Hugo Gutiérrez una pincelada que valió el boleto, muchos boletos. Que nos regenera la pasion al deporte de las inteligencias.</br>

Foto: Cortesia Juan Terrazas, out27.com

 

 
   
 
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